Entorno Cultural
Paisaje de huertas
En nuestro territorio las poblaciones se sitúan siempre junto a puntos de agua aprovechados para abastecerse y para regar, siendo la huerta el espacio más productivo y que más alimentos ofrecía; hasta el punto que su superficie determina el tamaño de la población. Para ello existía una red de balsas donde acumular los escasos caudales, distribuidos a conveniencia por una red de acequias, una obra de ingeniería que se desarrolla sobretodo en periodo islámico y nosotros heredamos. Los campos se trabajan con cuidado, complementando con fertilizantes de animales de corral. Hoy es un patrimonio natural e histórico, entendido como jardín urbano que se debe fomentar tanto por la calidad visual como por ofrecer productos locales de proximidad.
Para conocerlo podemos recorrer la ruta de les Macollades, visitando en su recorrido la balsa de l’Amara, la acequia del s. XX, la Sénia dels Simeons y por supuesto, aunque no sean de huerta, disfrutar de los algarrobos monumentales y centenarios en su camino.